Entradas

Vino de nuveo

  Vino de nuevo, al principio fue como la calma antes de la tormenta, por varias horas sintió como se iba descomponiendo, poco a poco, lentamente y cuando por fin pareció que dominó su interior salió,   el cuerpo se movió solo y choco contra la pared, lanzo su cabeza contra el cemento y golpeo a mano abierta el empapelado, se estrello contra el otro muro en medio de gritos hasta que las piernas renunciaron a seguir soportando el peso de su desesperación y se desplomo, los brazos le ardían, sus piernas temblaban, los pulmones no sabían si inhalar o exhalar, trataron de levantarla pero se negaban a responder, los brazos colgaban como trapos y su cuello no tenia ganas de levantar el peso de un cráneo. Finalmente la pusieron de pie y llego hasta el sillón ubicado a 2 pasos de ella y deseó ser sorda para dejar de escuchar aquellas palabras que la hacían gritar y agitar sus extremidades por los aires, la llevaron a su cama donde continuo su histeria sobre un colchón. Quería ser aplastada

Por ti y para ti

Gracias por darnos todo lo que pude necesitar y más, Gracias por solamente querer lo mejor para nosotras y sacrificarte por eso, Gracias por protegernos y cuidarnos como si fuéramos lo más delicado que hay. Todo lo hiciste por nosotras, por nuestro futuro y lo sigues haciendo, Sigues sacrificando tu paz mental por pensar en que es lo siguiente que va pasar con nosotras, Para ti es automático, no lo piensas, no lo planeas, solo lo haces, Tu amor de madre es más fuerte que todo lo demás, Más fuerte incluso que tu voluntad por estar bien, Y eso te tiene cegada. Nos sigues viendo pequeñas e indefensas, Sigues pensando que no podemos hacer nada solas o sin que nos lo digas, Sigues queriendo cuidarnos de todo lo que nos rodea, Pero por ti y por nosotras es hora de dejarlo. Ya no somos pequeñuelas, Aunque a veces nuestra inmadurez sea más fuerte que nosotras, Ya tenemos edad suficiente para lograr cosas, Para equivocarnos y para sufrir, Me duele ver